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viernes, 17 de abril de 2009

MIS OPINIONES DESDE BRUSELAS.

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

Todavía en tierras españolas, al pasar por Vitoria recordé a Felipe V, cuando asistió a su primera corrida de toros en su viaje de Francia a Madrid tras ser nombrado rey por Luis XIV y éste pronunció la célebre frase de “ya no hay Pirineos”. En aquel primer contacto debió de sentirse a gusto puesto que los 20 toros lidiados le parecieron pocos.
Luego, tras un viaje agotador, me encuentro actualmente en Bruselas y, a través de mi viaje por carretera desde Tarifa, he vivido una serie de experiencias que seguidamente les voy a relatar por si deciden ir a ver alguna corrida de toros al vecino país de Francia.
En primer lugar decirles que para atravesar Francia han de preparar dinero en monedas de euro porque aquí solamente, salvo que estén dispuestos a tardar tres días, se puede viajar por una autopista-autovía que cruza el país galo de sur a norte y donde el precio de peaje es de 0,10 euros por kilómetro.
Durante el trayecto y cuando no conducía (pues conté con la ayuda estimable de mi hija) fui relacionando los nombres de las ciudades que figuraban en las salidas de autopista con los reyes franceses y más concretamente con el soberano Luis XIV no solo por el interés demostrado por el trono español desde su matrimonio con María Teresa hija de Felipe IV, sino por la influencia que tuvo en el duque de Anyou (después Felipe V). Ese nuestro rey que con sus depresiones no llegó a soportar el vivir en España si bien se adaptó tras el casamiento con María Teresa hija del duque de Saboya y de la hija del duque de Orleans. Monarca que tanta repercusión tuvo en el toreo a pie consecuente de sus gustos afrancesados que no gustaban de la fiesta de los toros y que poco a poco fue apartando a los nobles del toreo a caballo.
Los nombres de: Arlés. Bayona, Beziers, Dax, Mont de Marsan, Nimes, Palavas, Rión de Landas, Touluse etc me iban recordando las plazas de toros con las que cuenta el territorio francés y que llegan a competir con nuestras principales plazas en cuanto a carteles y ganaderías.
Una vez en Bruselas la verdad es que la cuestión taurina, tal vez porque aquí esta manifestación de arte no se vive, se ve de diferente manera. Nos hemos enterado del fracaso de Talavante en Madrid y es que estaba más que cantado pues el extremeño no anda fino.
Ahora me perderé la corrida que tenía elegida como una de las programadas a asistencia obligada en el ciclo ferial sevillano pero, si Dios quiere, es el día que regreso a Tarifa vía aérea Bruxellas-Málaga.










He visto en Burladero.com los toros de Victorino Martín y a bote pronto diré que me gustan los números 81 y 43 (Buscacielos y Poeta respectivamente), pero hemos de tener en cuenta que las fotos de toros, como la de cualquier especie animal, no dan la verdadera dimensión de la imagen por aquello de que es fácil trucar el trapío (en el caso del toro de lidia) según el plano de toma de la foto, que para ser real ha de hacerse con el objetivo a la altura del final superior de la escápula o paletilla.
Mi opinión de la corrida en general es que desde el comienzo está configurada para Morante, pues con que embista un toro y éste le corresponda, estará salvada la corrida, la feria y la temporada para el torero de la Puebla pues "El Cid", a pesar de haber demostrado en muchas ocasiones que para él los victorinos no son problema, es el comparsa de esta cita, por mucho que no nos guste a los verdaderos aficionados a esta Fiesta.
Hemos de tener en cuenta que el público de Sevilla es, desde muy antiguo, torerista del todo, al inclinarse por el torero de detalles más que por el de faena clásica y compacta. Por eso jalea con el ¡Olé! entrecortado, no los naturales y las verónicas perfectamente ejecutadas y rematadas, sino los recortes intermitentes graciosos y las trincherillas salerosas que aprovechan el viaje del toro para hurtarle el engaño lo que de siempre ha formado parte de aquella denominada escuela de toreo sevillana al ajustarse más a la idiosincrasia andaluza.
La gracia sevillana está más cerca del diestro de La Puebla que del de Salteras por estar éste más en el concepto del toreo de la denominada escuela rondeña. Y de esta, más que lógica deducción, vemos el terreno más propicio para Morante ganador por otro lado del pulso con la empresa sevillana y esperemos que en el devenir de la confrontación con "El Cid", no tenga que recurrir a detalles de valor rabioso y de raza torera en el desarrollo de sus tres faenas en la tarde del 23 de abril que, como quedó demostrado en la feria anterior, son recursos de fracaso.
Por otro lado ha quedado demostrado, desde hace unas temporadas que se vieron favorecidas por la implantación del nuevo Reglamento Taurino Andaluz, que el ganado bravo en la plaza de toros de La Maestranza es más terciado que en otras plazas de 1ª como las de Bilbao y Madrid (si bien esta última ha bajado ligeramente el listón, no sabemos si a consecuencia de la llegada de la nueva empresa o porque los ganaderos se han dado cuenta que para producir el “toro armario” es necesario recurrir a sementales que se apartan claramente de la tipología del encaste) pero que no importa mucho al aficionado de Despeñaperros hacia abajo porque ellos quieren diversión y no agobios a la hora de ver la confrontación ARTISTA – toro.
Luego dos grandísimos toreros se enfrentarán para tratar de demostrar su primacía para ganarse al público sevillano, pues imagino que irán a ganar el combate y no a por el nulo descarado.
Lo mismo es que desde aquí, ciudad en lo que todo es magno por sus dimensiones colosales, vemos empequeñecido el verdadero contenido de esta corrida que puede marcar un hito para el devenir de la temporada 2009, pues de un tiempo a esta parte Morante es el referente de ferias tan emblemáticas como Sevilla y Madrid y esperemos que no defraude porque… se caerían muchos equipos.











El edificio del Parlamento Europeo que no es único pues alrededor de él surgen infinidad de “sucursales” todas en edificios de dimensiones descomunales, es donde se “paren” (con mayor o menor acierto) todas las determinaciones de la Unión Europea. Y comparando, La Maestranza de Sevilla es el edificio donde se programa el comienzo de la temporada taurina española y de su resultado depende el devenir taurino. En ambos lugares (Bruselas y Sevilla) hay personajes de más poder que son los que llevan las riendas de todo este cotarro político-taurino.
También somos conscientes que los toreros artistas suelen tener un “cuarto de kilo” pequeño y demasiado acelerado como para resistir embates de días seguidos de alteraciones emocionales y cinco días en Sevilla, si las cosas transcurren del lado del triunfo, aunque demasiados son llevaderos, pero…¿pueden imaginarse si las cosas no transcurren por los derroteros esperados y el público que acuda a Sevilla de todos los rincones de España, le da por levantar sus protestas?