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lunes, 19 de enero de 2009

PANORAMA POCO HALAGÜEÑO (II).

Por LUIS ALONSO HERNÁNDEZ. Veterinario y escritor.

En esta segunda parte he querido analizar la repercusión de la recesión económica en la ganadería brava.
Las asociaciones ganaderas de bravo han demostrado, por aquello de que cuentan con personas de gran capacidad, tanto intuitiva como intelectual, que son capaces de solucionar con éxito total cualquier contingencia que surja. Lo demostraron cuando los ingleses nos introdujeron la enfermedad de “las vacas locas” que de no haber actuado con tanta precisión hubiera podido ser el holocausto de la cabaña brava.







Por eso ahora ante esta recesión (disminución de ventas, producción e inversiones) los verdaderos ganaderos de bravo saldrán adelante entre otras cosas porque como dice en refrán: “los problemas susceptibles de arreglar con dinero, son menos problemas” y todos sus miembros, sin excepción, son ricos y se verán menos afectados que el resto de los ciudadanos de a pie por la caída del PIB que el ministro Solbes ha cifrado para este año en el 2,1 %, siempre que no suban los tipos de interés, ni el precio del crudo, ni el pago del diferencial de los bonos ni se modifique la calidad del rating de la deuda.
¡Saldrán adelante! ¡Faltaría más!
Cierto que en la temporada anterior, sobraron toros, pero ya en esta, según datos de la Unión de Criadores de Toro de Lidia, la camada de cuatreños es más corta a pesar de haber sido programada con cuatro años de antelación, cuando la crisis ni se olía.
Por ello creemos que a pesar de que disminuirán el número de festejos reglamentados en los pueblos importantes de nuestra geografía taurina, sobrarán pocos toros, pues muchos de ellos, en forma de toros de calle, irán a surtir el aumento de los festejos populares que serán los encargados de rellenar las ferias a falta de corrida en plaza.









Si puede haber un cambio en cuanto a la calidad del ganado, pues muchas ferias se verán afectadas por una tendencia hacia “corridas de cabeza de camada de ganadero sin fuerza” en detrimento de “cola de camada de ganadería cotizada”. Si bien a veces el resultado del comportamiento del "sucedaneo" mejora al "original".
No creemos que la solución del ganadero esté en disminuir el número de corridas para el año siguiente, lidiando las previstas como novilladas, puesto que el panorama de novilleros interesantes no es muy halagüeño que digamos. Si vemos como arma de reajuste la venta de erales que irán a llenar el espacio dejado por los festejos mayores en las ferias de pueblos y ciudades de escasa tradición taurina, donde aumentarán las novilladas sin picadores.
Para este año es muy posible que se venda todo, si bien pueden quedarse alguna corrida en los ganaderos de campanillas que no quieran bajar el caché adquirido, en algunas plazas de 1ª. Pues esos toros sabemos que tienen dificultades de colocación en otras plazas inferiores por trapío y precio.
Si habrá una paralización en cuanto a la formación de nuevas ganaderías, puesto que el “dinero del ladrillo” no abundará de momento.
En definitiva que los ganaderos tendrán de margen hasta el 2013, que es cuando se acaban las subvenciones agrarias de la Comunidad Europea, para autorregular camadas y dar salida a la comercialización de la carne procedente de vacas y terneras bravas que es una carne ecológica del todo, pero que tiene la dificultad de manejo de estos adustos animales.
De todas formas espero acertar en estas previsiones lo que iría en beneficio de nuestra querida Fiesta.